viernes, 26 de agosto de 2011

El mensajero

 Es un momento especial, no es por nadie, ni siquiera por mí mismo. Ni siquiera sé porque es un momento especial, será porque no suelo escribir tan seguido, suelo darme tiempo para pensar en lo siguiente. También puede que sea por la canción que estoy escuchando que me hace pensar en todo, o porque en mi cabeza reina la calma en tiempo récord, nunca antes había permanecido así tanto tiempo, supongo que debo estar orgulloso de mi mismo.
 
 Hay veces en la vida que nos sentimos eufóricos por cualquier cosa, momentos en los que cualquier gilipollez no saca una sonrisa de lo más tonta y cierto es que hay otros momentos en los que deseamos gritar hasta vaciar nuestra alma de todo lo malo que hemos acumulado. También hay momentos en que solo queremos estar solos, tirados en nuestra cama y llorar mientras escuchas esa canción que te habían dedicado no hace mucho. Momentos en los que solo quieres tener a una sola persona a tu lado, esa persona que con solo su presencia te hace sentir bien, te hace sentir muy diferente que con otras personas queridas. Instantes llenos de rabia en los que aprietas los puños, rechinas tus dientes y maldices a aquello que te haya hecho sentir así. Cierta parte del día en la que solo quieres llegar a tu casa para estar bien con tu familia, para sentirte querido por aquellos que te han dado la vida, momentos en los que solo quieres tocar tu instrumento favorito para sentirte mejor, tocar esa canción que te enseñaron o aprendiste por tu cuenta para hacerte volver a momentos que añoras de tu vida. O incluso momentos en los que queremos echar a correr sin mirar atrás, dejar todo por lo que has sufrido y también has reído e irte fuera, donde nadie te conozca y empezar una vida totalmente nueva. Seguramente me deje muchos momentos que todos hemos vivido, pero creo que cada uno sabrá los suyos mejor que nadie. Nunca se llega a conocer a alguien del todo, cada uno tiene una parte de si mismo que nunca saca, que nadie la sabe, ni siquiera él mismo ...
La vida está llena de momentos, alegría, tristeza, rencor, odio, felicidad, euforia, furia ... tantos sentimientos en un solo cuerpo acaban por confundir. Yo recomendaría pensar en cada sentimiento que has vivido, si lo has vivido como realmente lo tenías que vivir. ¿Qué como se tiene que vivir? Eso solo lo sabe cada uno de los corazones y cerebros de las personas, cada uno el suyo, claro está. ¿Mi momento favorito? Aquel en el que me sienta bien y relajado, sea escribiendo, sea estando con los enfermos mentales de tus amigos, sea jugando al baloncesto, sea dando un paseo por playa ... sea cual sea, estando feliz y sobre todo, relajado.
La vida con calma se lleva mucho mejor, pruébalo.
Ha sido un placer, hasta la próxima entrada.


2 comentarios:

  1. No sé si me gusta por ser algo que esta muy bien expresado o porque me encuentro demasiado identificada. Exitos.

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  2. Oh, muchas gracias por ambas cosas, está muy guay que te identifiques con esto :)

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