miércoles, 25 de julio de 2012

Carpe fuckin' diem.

 A veces en la vida de las personas se crean momentos, sea por los motivos que sean, que te demuestran que no estás haciendo las cosas bien, que realmente no estás viviendo, solo estás pasando de puntillas por la vida en lugar de pisarla bien fuerte y que se note que tus zapatillas han pasado por todo esto.
 Respirar bien fuerte hasta que tus pulmones no puedan coger más aire y soltarlo bien fuerte, reír tanto hasta que te duela el estómago, gritar hasta que vacíes todo lo malo, correr hasta que tus piernas no te puedan sostener, saltar hasta tocar las nubes con la cabeza, abrazar hasta que te crujan todos los huesos, amar hasta que no puedas dormir solo por esa persona, besar hasta que no sientas los labios, dormir hasta que no puedas cerrar más los ojos.
 No hagas caso a esos que van pregonando por el mundo que el amor no sirve para nada, que la vida es una mierda, son gente sin alma, sé fiel a ti mismo, conoce tus límites y pon tus pies sobre la línea que los marca, demuestra al mundo que la vida es el bien más preciado con el que se nos ha obsequiado, que el amor es de las cosas más bonitas que tiene la vida y que no merece la pena estar lamentándose por nada, pues segundo a segundo la vida nos brinda oportunidades de reír, de llorar, de saltar, de caer, y de pasarlo bien.
 Gasta tu tiempo en vivir, y no en maldecir la vida que te ha tocado. La vida no nos toca, cada uno elige la propia vida que quiere vivir, tú decides.

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